martes, 5 de mayo de 2015

Tiempo: el amigo que todo lo cambia

Hay días en los que simplemente haces memoria. Redibujas olores, abocetas atmósferas pasadas, incluso proyectas detalles insignificantes de alguna cara que aun recuerdas no sabes por qué.

El tiempo lo cambia todo y es una verdad.
Una verdad que sólo conoces de oído hasta que la vives, y desde una distancia, además. Una lección esencial que sólo llegan a conocerla las personas pacientes, o lo suficientemente valientes como para ver llegar las consecuencias de la vida.

Tiempo es todo lo que necesitan todas las cosas. Nada más. Nada más que tiempo.
 El tiempo cambia las cosas para bien o para mal... o para un poco mejor.
Y lo que creías que nunca iría bien, con el tiempo acaba yendo bien. Y esa cosa mala que nunca creíste que pasaría, con el tiempo llega. Y aquella espina que juraste tener clavada de por vida, el tiempo la desvanece.

Qué diferente se ve todo filtrado por el tiempo.
Otros colores, otras texturas.
¿Aquella persona que entonces formaba parte de tu vida, alguna vez fue como la disfrutaste en aquél entonces? ¿Alguna vez hubo tanto color en un sólo día? Alguien que hoy ya no tiene nombre en ninguna página de tu presente.
¿Y tú mismo? Mirándote en la inmediatez de las cosas pasadas, ¿alguna vez fuiste así? ¿alguna vez te avergonzaste tanto y no te diste cuenta?

El tiempo baña todas las cosas y las vuelve pasadas. Y las cosas pasadas, por fortuna, no tienen poder ni influencia.
Con añoranza las dejas desvanecerse y sientes una agridulce libertad. La libertad de no sentir ya esa mochila sobre tus hombros. Una ligereza que puede llegar a asustar a algunos lobos.

El tiempo sólo me ha enseñado a darle más tiempo al tiempo. A dar más tiempo a todo sin perder tiempo. Al final todo se reduce a una transacción de tiempo. Un juego de esquivar ladrones de tiempo.

Tiempo es todo lo que tengo. Y tengo tiempo para todo. Y hay tiempo de todo en esta vida; tiempo de reír, y tiempo de llorar. Y ambos tiempos pasan. Y sólo queda más tiempo.

Dadle tiempo al tiempo.
Habrá tiempo de sobras en el futuro para ver llegar nuevos tiempos.